20.5.11

DOCUMENTO DE LA OTAN SOBRE LA RESERVA MILITAR VOLUNTARIA

Conceptos de fuerzas utilizados en este documento.
Reserva militar voluntaria: Reserva, reservas, fuerzas de reserva, personal de reserva, unidades de reserva, reservistas, fuerzas nacionales de reserva, unidades organizadas.
Militares Profesionales: Unidades regulares, fuerzas regulares, militares regulares, personal profesional, fuerzas activas, personal en activo.


El espectro de las misiones a que se enfrenta la Alianza del Atlántico Norte, en una época de cambios profundos y continuos para el entorno de la seguridad internacional, es más amplio y desafiante que nunca. Dentro de este ámbito, el uso de la reserva, por parte de los miembros de la Alianza, se considera como una opción seria en muchas misiones. Las reservas son fuerzas compuestas de diversas categorías de personal movilizable que no son habitualmente empleados en el servicio militar a tiempo completo. El personal, voluntario o ex militar profesional, puede ser asignado a unidades organizadas y/o servir individualmente en unidades regulares.
Los países de la Alianza están haciendo un uso extensivo del personal de la reserva en unidades de apoyo a las misiones de la OTAN. La operatividad general de la Alianza se deriva no sólo de la disposición y uso de sus propias fuerzas activas, sino también de la disponibilidad de sus reservas. La actuación de las reservas, ya sea para misiones de la OTAN o para recibir formación continuada, depende en gran medida de la política nacional, de la legislación y de varios factores sociales, tales como el estímulo, la ayuda de la familia, la actitud de la comunidad y la del empleador, cuyo apoyo y empuje son vitales.
A pesar de la creciente utilización de las reservas en los países de la OTAN, para satisfacer las necesidades de estructura de fuerzas de la Alianza, sobre todo en el área de Nuevas Misiones que no había hasta la fecha, no existe todavía una política coordinada, sobre esta materia, entre sus miembros.
El objetivo de este documento es proporcionar una orientación política, sobre la contribución y potencial de las fuerzas de reserva, en los intereses de defensa de la OTAN, incluida la formación, preparación y utilización de la reserva en el cumplimiento de sus misiones. El documento trata de identificar tanto el valor que las fuerzas de reserva pueden aportar a la OTAN, como las medidas necesarias para garantizar que las mismas estén en las mejores condiciones operativas para cumplir con su potencial. El documento reconoce también las prerrogativas de las naciones miembros en todas estas áreas y pretende servir para aumentar el apoyo internacional a los reservistas.
Varias naciones de la Alianza han reducido considerablemente sus fuerzas regulares y, en algunos casos, el servicio militar ha sido o está siendo suspendido. La tendencia general en los países de la OTAN, de reducir las fuerzas regulares, aumenta la importancia de las fuerzas de reserva en la organización atlántica. A medida que la importancia de la contribución que hacen los reservistas continúa creciendo dentro de la Alianza, esta trata de captar, comprender y aprovechar mejor su potencial inherente.
Los enfoques nacionales sobre la estructura, cantidad, tipo, financiación, disponibilidad de formación, llamada a filas y utilización de las reservas, no son sustancialmente diferentes. Su papel y el empleo potencial en el futuro, fluyen directamente desde el concepto estratégico y en particular de las misiones ahora asignadas a la OTAN: la defensa colectiva, la prevención de conflictos, la gestión de crisis y la proyección de la estabilidad. Con las fuerzas aliadas en diferentes niveles de preparación, en muchos casos a menor nivel que antes, es más importante que los reservistas participen en la formación y adquisición de habilidades, en la realización y ejecución de ejercicios colectivos. La integración efectiva y la utilización de personal de las unidades de reserva, aumentando la capacidad de la fuerza total, encajan dentro del espectro de herramientas de gestión de crisis. También en tiempos de paz, las reservas pueden ser una alternativa rentable de mantener grandes fuerzas en pie.
La mayoría de los países de la OTAN hacen un llamamiento a la utilización de las reservas como parte de su capacidad militar nacional. Las reservas de una nación pueden estar compuestas por diversas categorías de personal o unidades reservistas que se movilizan según sea necesario. El reservista normalmente, en el servicio a tiempo completo, se puede llamar con carácter temporal a las actividades militares. Pueden ser voluntarios o exmilitares profesionales. Los países de la OTAN tienen diferentes enfoques sobre la estructuración de sus fuerzas militares y basándose en su propia legislación y el sistema de la reserva, los ciudadanos tienen la alternativa de servir de forma voluntaria u obligatoria.
Dependiendo de las necesidades nacionales, las reservas pueden ser desplegadas con las fuerzas regulares en un teatro de operaciones. Los reservistas también se pueden utilizar de forma individual y / o colectiva para llevar a cabo las funciones regulares implementados en un diseño de operaciones. Según la política de cada estado se pueden formar unidades con el personal de reserva o las unidades de reserva pueden ser completadas con militares regulares.
Los reservistas son uno de los recursos valiosos de la OTAN como personal militar y miembros responsables de su comunidad. Además de su experiencia militar, los reservistas pueden aportar un valor añadido en virtud de sus competencias civiles y las estrechas relaciones que ayudan a establecer entre militares y comunidades civiles. Muchos reservistas aportan formación académica universitaria y habilidades especializadas, tales como medicina, ingeniería, logística, legislación, conocimientos en lenguas extranjeras, relaciones públicas, sistemas de gestión de la información, etc. Al mismo tiempo, el servicio militar aporta importantes beneficios a la reserva, y al empleador. Hay beneficios importantes para este último como son la capacidad de liderazgo, los programas educativos y la formación continuada de los reservistas; todos estos directamente transferibles a su entorno civil.
Una vez que un país ha comprometido a los reservistas en el servicio activo de la OTAN, tiene una responsabilidad nacional para garantizar que el individuo sea capaz de cumplir su tarea con las normas de calidad apropiadas. Una vez logrado esto, no debería haber ninguna restricción en cuanto a la capacidad de la reserva, para asumir funciones en apoyo de las misiones de la OTAN.
Para que los reservistas o las unidades de reserva puedan desplegarse, en apoyo de operaciones nacionales o internacionales de la OTAN, es importante que sean formados con un tiempo de preparación adecuado y así estar listos para ejecutar las misiones militares que se les asignen. Como consecuencia, la política nacional de formación debe tratar de educar al personal de reserva para que, después del tiempo de preparación útil, estén tan bien cualificados como el personal regular y así poder utilizar las reservas para apoyo a todas las misiones de la OTAN donde sean necesarios.
Los reservistas pueden sustituir al personal en activo o reforzar las unidades militares activas. Las unidades de reserva pueden sustituir o reforzar las unidades activas en las misiones de la OTAN alcanzando previamente la preparación necesaria. Los programas de capacitación para la formación individual y colectiva que permiten a las reservas superar una optima cualificación se basan en conocimientos académicos y experiencias programadas, que siguen siendo responsabilidad exclusivamente nacional. Todas las formas de enseñanza existente o programas académicos de formación destinados a mejorar las habilidades individuales y comunes del personal militar deben ser accesibles a los reservistas de acuerdo a las normas y procedimientos de cada país.
De acuerdo a sus propias prioridades, los estados miembros deben fomentar la participación de la reserva, en programas conjuntos y combinados (multinacionales), con oportunidades de formación individual, de intercambio de formación e información y con accesibilidad a todos los programas individuales formativos militares. La cooperación en proyectos comunes de formación individual también se puede extender a todos los estados miembros.
Varios países de la OTAN han empleado reservistas, en misiones nacionales e internacionales, integrados junto con el personal regular. Actualmente, los reservistas están participando en apoyo humanitario y otras operaciones de paz.
Para el personal en unidades desplegadas o en apoyo a la bases, el entorno operativo ofrece una escuela muy valiosa de experiencia tanto para el personal profesional o regular como para el de reserva. No hay sustituto para la experiencia adquirida en el campo real de operaciones.
Los reservistas, de acuerdo con los requisitos de cada país, pueden completar las dotaciones en el ámbito de unidades o bases operativas, según el caso. Además, reservistas especializados, cuyos títulos no pueden estar disponibles en las unidades regulares, son de importancia crucial para la OTAN, en particular en el contexto de sus nuevas misiones.
La CIOR (Confederación Interaliada de Oficiales de Reserva) es una confederación independiente de asociaciones de funcionarios nacionales de reserva. La CIOR es reconocida por la OTAN con los objetivos de proporcionar asesoramiento sobre la utilización de los reservistas, continuar mejorando el conocimiento de las autoridades de la OTAN sobre las fuerzas nacionales de reserva, e inspirar a cada país miembro para el desarrollo de sus propias fuerzas de reserva.
El NRFC (Reserva Nacional del Comité de las Fuerzas) sirve, de manera formal, como un reconocido comité de la OTAN para proporcionar asesoramiento político sobre cuestiones de la reserva, y de manera informal, como un foro para la discusión de asuntos de interés mutuo en el campo de las fuerzas y del personal de la reserva. El NRFC ofrece asesoramiento y apoyo adecuados al CIOR para ayudar en sus actividades, en apoyo de los objetivos de la Alianza y en asesoramiento del mando, de conformidad con los documentos y protocolos actuales de la Alianza.
NRFC y CIOR comparten un interés común en asegurar la calidad de las fuerzas de reserva, de acuerdo con las políticas nacionales sobre la reserva militar voluntaria. El trabajo de cada organización, dentro de sus respectivas funciones en apoyo de la OTAN, debe ser complementario y llevado a cabo en un espíritu de colaboración, especialmente cuando sus requisitos convergen.
La disponibilidad de los reservistas, tanto para las misiones de la OTAN como para su formación continua, depende de muchos factores importantes, como la voluntad política, el fomento de la asistencia de la comunidad y el apoyo del empleador. La legislación nacional debe buscar no sólo aclarar las cuestiones relativas al Estatuto de la Reserva, sino también las obligaciones, derechos, beneficios sociales y militares, cubrir la ayuda de la familia y asegurar la protección del empleo civil.
En particular, con el apoyo activo de los empleadores, ya sean nacionales o multinacionales, los reservistas son más capaces de cumplir con sus obligaciones y objetivos de formación, y contribuir, sobre una base a tiempo parcial, en las operaciones de seguridad de las naciones.
Los programas de empresa mejoran el apoyo civil y militar, la coordinación y cooperación de las naciones y el desarrollo de programas de apoyo de los empleadores adaptados a su cultura y necesidades específicas. Las autoridades de la OTAN tienen la oportunidad de jugar un papel importante y activo en este sentido, en caso de necesidad, al representar las opiniones de todas las naciones de la Alianza, en el ámbito internacional.
La variedad de reservistas es muy importante para implementar las habilidades militares y civiles La Reserva Militar no solo proporciona un beneficio sustancial a la Alianza en el apoyo a misiones de la OTAN y misiones Humanitarias de Paz y Apoyo a Operaciones, sino también a la propia Reserva, y sus empleadores.
Las reservas militares de la OTAN han sido, y seguirán siendo, un elemento importante de la Alianza. Aportan a la OTAN una capacidad militar significativa y una visión muy útil a la sociedad civil. Con el creciente papel de estos ciudadanos-soldados, la OTAN y las Fuerzas de Reserva pueden mejorar el cumplimiento de las misiones de la organización del Atlántico Norte. Esta política promueve mejoras en la formación de los reservistas, ofrece la oportunidad de participar en operaciones de paz y promueve programas de empresa y apoyo en el pleno reconocimiento de las responsabilidades nacionales en todas estas áreas formativas y operativas.